Culturas
Similitudes entre las culturas originarias de Latinoamérica, Taiwán y China
Taiwán es un crisol de culturas, donde la tradición china es la predominante, pero existen casi medio millón de aborígenes, con rasgos, costumbres y mitología similares a las de algunos pueblos originarios de Latinoamérica.
En primer lugar, la visita a Taiwán descubre similitudes entre los rasgos faciales de los pueblos originarios de Latinoamérica y Taiwán, y también con los taiwaneses de origen chino. Hay semejanza en la constitución física, los pómulos prominentes, los ojos más bien rasgados, el pelo negro y lacio, las narices pequeñas y anchas, la escasa pilosidad, el pliegue mongólico en los ojos y la famosa mancha mongólica en los glúteos al nacer. No faltan, sin embargo, diferencias, pero las semejanzas no se agotan en los rasgos físicos sino que se extienden a muchos otros campos.
Con respecto a China y Asia en general, hay expertos que aseguran que los habitantes originarios de Latinoamérica llegaron de Asia por el estrecho de Bering, otros que lo hicieron a través del Pacífico en embarcaciones y no faltan quienes consideran que el primer extranjero que llegó a América no fue Colón ni los vikingos, sino el almirante chino Zheng He, en 1421. El chino habría llegado a América desde el Cabo de Buena Esperanza (Sudáfrica) y por el Pasaje de Drake (Argentina) y retornado a China en 1423, según el historiador inglés Davies Menzies. Al almirante de la dinastía china Ming se le atribuyen las palabras: "Hemos navegado 100,000 li (equivalentes a 50,000 kilómetros) de inmensas aguas, con olas heladas y enormes que subían al cielo como montañas, y hemos posado nuestros ojos en tierras bárbaras mientras nuestras velas nos llevaban hacia el poniente…" Además, eruditos chinos de la Dinastía Tang (618-907) escribieron en el tomo 54 del libro Liang Shu Zhu Yi Zhuan (atribuida a Yao Silian (557-637 DC)) sobre un supuesto viaje del monje chino Hui Shen a un país lejano al que llamaron Fusang y que expertos identifican con un lugar en las costas de México. El sinólogo francés Joseph de Guignes lo menciona en una carta de 1752 y en su estudio Recherches sur les navigations des Chinois du cote de l'Amerique et sur quelques peuples situes l'extremite orientale de l'Asie.
Los números mayas y lo del clásico libro chino adivinatorio I-Ching, utilizado aún en Oriente, se utilizan unos signos muy similares, compuestos por puntos y rayas, lo que no deja de asombrar a muchos. Algunos expertos, también señalan similitudes en los idiomas y apuntan que un grupo mexicano, los purépechas de Michoacán, hablan un idioma muy diferente del resto de las etnias de su entorno, que tiene algunos rasgos parecidos al chino, y añaden que este grupo utilizaba herramientas de cobre similares a otras chinas.
El idioma y la civilización maya en general tienen semejanzas con la china y la de los aborígenes taiwaneses. Entre los paralelismos se cuentan su cosmovisión, mitología, concepción del universo, estructura de la Tierra, dioses, papel de los puntos cardinales, dualismo y visión de la Naturaleza. Por ejemplo, entre los mayas es muy común los apellidos Chan y Chin, que suenan muy a chino. El investigador chino Hu Chungdung, tras 25 años de investigaciones, concluyó que hay semejanzas entre los jeroglíficos mayas y la escritura china antigua, al encontrar similitud entre 22 de 100 palabras seleccionadas. Además, los dragones chinos se parecen en la forma a la serpiente emplumada de los mayas.
La medicina tradicional maya tiene similitudes con la china, tanto por el uso de hierbas medicinales como por el desarrollo de "acupuntura" rudimentaria, que utiliza espinas vegetales y animales sobre unos puntos del cuerpo para favorecer el flujo de la sangre y del aire estancados (el jup) y para hacer sangrías (el tok). Tanto los puntos del jup como del tok coinciden con los de la acupuntura china, según el médico maya Hernán García.
El jade también constituye otro puente entre las culturas originarias de América y la antigua de China. Gutierre Tibón, en su libro El Jade de México, afirma que existe una creencia común en el extraordinario valor del jade y en sus propiedades mágico-curativas. También se han descubierto semejanzas en las técnicas de tallado y pulido del jade. Los mayas consideraban que el jade daba salud y colocaban un trozo en la boca de sus muertos. En China, el jade forma parte del ajuar que se les preparaba a los muertos en sus fosas y se encuentran colgantes en forma de T, que también aparecen entre los mayas.
Las culturas originarias del Perú también tienen similitudes con la china, en palabras, visiones y manufacturas. El investigador peruano Jaime Errázuriz encontró 89 nombres peruanos con significado en chino, y 118 nombres geográficos peruanos similares a nombres geográficos chinos.
Las culturas aborígenes de Taiwán también tienen muchos rasgos similares con la China, como, por ejemplo, los mitos de catástrofes que acabaron con el universo, los de un arquero que destruye soles que están quemando la tierra e impidiendo la alternancia de la noche y el día, y muchos otros. Los telares, música y danzas de los aborígenes isleños también recuerdan a las de pueblos originarios latinoamericanos.
Los aborígenes taiwaneses están en la isla desde al menos hace 12,000 a 15,000 años y son de austronesia (malayo-polinesia). Hablan idiomas de la familia lingüística austronesia, con unos 200 millones de hablantes y extendida desde Madagascar al oeste, la Isla de Pascua al este, Taiwán al norte y Nueva Zelanda al sur. Los restos de las culturas prehistóricas de Taiwán se conservan en Museo Nacional de Prehistoria, ubicado en Taitung.
Última fecha de actualización:25 noviembre, 2021